De un tiempo a esta parte se ha incrementado el número de menores que padecen caries, en su mayor parte, provocadas por malos hábitos alimenticios y poca higiene bucal. En Medina 3D os recordamos que ésta debe comenzar desde el momento de su nacimiento. Aunque aún no tenga dientes se recomienda limpiar encías con una gasa así como la rutina del cepillado desde la aparición del primer diente.
No debemos olvidar que la caries es una enfermedad contagiosa que podemos transmitir los adultos a nuestros pequeños cuando, por ejemplo, limpiamos con nuestra boca su chupete o biberón, o bien cuando probamos la comida con su cuchara.
Es conveniente evitar que se duerman mientras tienen en la boca o están chupando un biberón con algún líquido azucarado.
Hay que controlar la ingesta de alimentos azucarados, zumos industriales, bollería industrial, chucherías, refrescos, patatas fritas, etc.
Fundamental es cumplir con la rutina de cepillado, mínimo dos veces al día, al levantarse y al acostarse, aunque lo preferible es que sea después de cada comida. El cepillado de la noche conviene no saltárselo ya que es entonces cuando las bacterias tienden a actuar puesto que producimos menos saliva que neutraliza su acción.
Y, finalmente, se recomienda una visita periódica al dentista para revisión: controlará que no haya caries y la posición que van tomando las piezas dentales.
En caso de que hubiera alguna caries ésta deberá tratarse aunque sea en un diente de leche ya que la caries es una enfermedad infecciosa que no desaparecerá cuando el diente caiga, permanecerá en la boca y terminará por atacar el tejido nervioso.
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