Para disfrutar de una salud oral adecuada es fundamental tener una higiene dental minuciosa y diaria. Además de conseguir unos dientes limpios y sanos para presumir de sonrisa, te aporta salud y previene la aparición de enfermedades como la periodontitis. Pero, ¿realizas bien tu rutina de higiene bucal? Te mostramos las claves para lograrlo:
Limpieza de dientes
El cepillado dental es la base de la higiene oral, pero para que sea verdaderamente eficaz hay que hacerlo de este modo:
-Usar el cepillo correcto: cabezal pequeño y cerdas suaves
-Mínimo 2 veces al día durante 2 minutos
-Movimientos circulares, suaves pero firmes.
-Cepillar también las caras inferiores de los dientes
-Limpiar correctamente el cepillo después de usarlo
-Asegurarse de cambiarlo cada tres veces
Higiene en la lengua y las encías
Lavarse los dientes no es lo único que debemos hacer si queremos lograr una higiene óptima. Las encías y la lengua también requieren cuidados y limpieza. A la vez que nos cepillamos los dientes también podemos limpiar las encías con el cepillo. Hay que hacerlo con cuidado de forma suave para no producir heridas o desgarros.
En cuanto a la lengua, también se puede utilizar el cepillo, pero existen unos dispositivos diseñados específicamente para este fin, el limpiador lingual. Es un utensilio muy fácil de utilizar y que, al igual que el cepillo, deberemos lavar después de su uso.
No olvidarse del hilo dental
Se recomienda utilizar el hilo o la seda dental una vez al día, mejor por la noche para eliminar la placa que se haya ido formado. Es una medida de higiene que complementa al cepillo ya que en ocasiones quedan restos de alimentos en recovecos donde este no llega. Con el hilo se logra una limpieza 10.
Es normal que las primeras veces que se utiliza sangren un poco las encías, se debe a la poca práctica, pero con el tiempo, si no hay ningún problema, las encías no sangran porque ya se hace correctamente.
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