Porque contamos con una herramienta de diagnóstico radiológico de última generación que permite obtener una imagen de la cabeza y la boca del paciente en 3 dimensiones, a diferencia de los antiguos aparatos que sólo daban 2 dimensiones.
Gracias a las imágenes tridimensionales fotografiadas a escala 1:1, de alta calidad, sin sombras, visible de diferentes direcciones, podemos observar mucho mejor la situación ósea del paciente, al igual que la condición y posición actual de sus dientes y raíces. Junto con la cantidad de hueso, se examina también la calidad del mismo. Con estos datos exactos, se puede planear de una manera muy precisa el diseño de la implantología y la posición de los implantes dentales.
Los componentes de un dispositivo CBCT (acrónimo de Cone Beam Computed Tomography, en inglés Tomografía Computerizada de Haz Cónico) son la fuente de rayos X, una computadora y un detector que están en contacto continuo. El proceso puede durar de 10 a 40 segundos, dependiendo del ajuste. El aparato gira en 360º; es decir, hace un movimiento circular alrededor de la cabeza del paciente. Este movimiento coincide con lo que hacen los dispositivos tradicionales de 2D. En comparación con el dispositivo tradicional, el CBCT con una proyección cónica de los rayos X, prepara una serie de imágenes de dos dimensiones y con éstas crea una base de datos en tres dimensiones. No expone continuamente como los aparatos tradicionales de 2D, solamente a ciertos ángulos, por esto el CBCT sólo aplica un pequeño porcentaje de la dosis convencional; de hecho, los Tomógrafos Computados de Haz Cónico fueron específicamente diseñados para la obtención de información tridimensional del esqueleto maxilofacial, que incluye los dientes y tejidos adyacentes con una considerable menor dosis efectiva de radiación en comparación a la tomografía computada convencional médica.
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